Botulismo
Es una enfermedad infecciosa que se caracteriza principalmente por alteraciones nerviosas, provocadas por la absorción de la toxina elaborada por la bacteria anaeróbica esporulada Clostridium botulinum, que prolifera en los restos de animales muertos y en descomposición en las posturas. De esta bacteria existen 7 tipos tóxigénicos que afectan a los bovinos pero las cepas más comunes son la tipos C, D y A, esta última también afecta a los seres humanos. En bovinos puede generar muerte súbita y grandes pérdidas económicas.
Transmisión
El botulismo se presenta generalmente en verano pero se han reportado casos en distintas épocas del año.
La forma más común en que los bovinos se enferman se da cuando los animales, especialmente hembras con crías y preñadas, no encuentran el aporte de fósforo necesario en el alimento diario, por lo que recurren a la osteofagia y a la ingesta de materiales extraños para satisfacer sus necesidades de minerales. También se ha reportado la intoxicación en aguas contaminadas (Botulismo hídrico).
Los signos varían dependiendo de la carga bacteriana ingerida y toxinas liberadas en el cuerpo del animal. Los primeros signos suelen presentarse entre 3 y 6 días después de haber ingerido el agente infeccioso. El bovino deja de comer, disminuye el consumo de agua, se evidencia falta de coordinación de los movimientos, dificultad para levantarse y por consiguiente hay una parálisis del animal y la muerte.
Para prevenir dicha enfermedad es necesario recurrir a la vacuna de Botulismo, también se debe acompañar con el requerimiento diario de sales minerales balanceadas, agua limpia y un adecuado manejo de los animales muertos para evitar la proliferación en los potreros.